Mandioca

La mandioca es un arbusto perenne, que alcanza entre uno y tres metros de altura. Dado que está adaptada a condiciones de la zona intertropical, no resiste las heladas, necesita altos niveles de humedad y de sol para crecer.

Lo que destaca de esta planta son sus raíces, las cuales son un tubérculo carnoso y muy sabroso, de color blanco, recubierto por una corteza marrón. De estas raíces, que pueden ser entre cinco y diez por planta, pueden alcanzar los 1,20 mts. de longitud y 23 cms. de diámetro; se obtiene una harina, muy rica en almidon.

La mayor ventaja de la mandioca es su alto valor calórico, tiene gran riqueza de carbohidratos en forma de almidon; lo que la convierte en una planta muy energética.

Tiene pocas proteínas y fibras y muy poco contenido de lípidos; por esto, debe combinarse con otros alimentos que las posean; para que la alimentación sea completa. En cuanto a minerales, posee bajo nivel de potasio, lo que equilibra su alto contenido en sodio. Tiene también cantidades aceptables de calcio, magnesio y fosforo. Es una buena fuente de vitaminas del grupo “B” y es libre de gluten, lo que permite que sea apto para celiacos.

Es un alimento con grandes propiedades digestivas; es fácil de ingerir e incluso ayuda a prevenir problemas relacionados con la mala absorción de los alimentos.

El cultivo de mandioca en Argentina, se realiza en la región subtropical, en las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa.

Tienen distintos nombres populares según las regiones donde se cultiva. En zonas de habla Guaraní, se la conoce como Mandiog-Aypi; en América del sur, es denominada mandioca; pero en América Central, se difundió como Yuca.